El Ayuntamiento multiplica los recursos para asegurar las necesidades básicas de las familias más vulnerables

Imatge
Desde el inicio del estado de alarma por el COVID-19, el Ayuntamiento de Sant Joan Despí ha multiplicado los recursos para dar respuesta a las necesidades básicas de las familias más vulnerables.

Actualmente hay 180 familias en situación de urgencia social que reciben apoyo de alimentación del Ayuntamiento, mediante vales de compra que se intercambian en los establecimientos de la ciudad por productos básicos de alimentación, limpieza e higiene. Casi la mitad de las familias atendidas han recibido un apoyo extra por haber empeorado su situación como consecuencia del estado de alarma.

Por otra parte, se han repartido 489 ayudas de comedor escolar dirigidas a alumnos de escoles bressol, educación primaria y educación secundaria (beneficiarios de las becas comedor del Consejo Comarcal del Baix Llobregat y de las becas comedor municipales).

El Centro de Gente Mayor Cirerers ha reconvertido su servicio de comedor en un servicio de transporte de menú a domicilio que funciona de lunes a viernes. Actualmente, sirve 35 comidas diarias a domicilio, tanto a usuarios del comedor de la gente mayor como a otros perfiles, como personas usuarias de centros de día que ahora están cerrados.

Finalmente, el Ayuntamiento, en coordinación con la Cruz Roja de Sant Joan Despí, ha realizado 100 servicios que han permitido facilitar la compra a personas mayores y entregar alimentos de forma urgente a personas vulnerables. Con Cruz Roja también se han hecho 40 servicios para llevar medicación a domicilio, con la colaboración de las farmacias y de los centros de atención primaria de la ciudad.

Vivienda

La Oficina Local de Vivienda ha habilitado un servicio de información y asesoramiento telefónico para atender a inquilinos, propietarios de viviendas con créditos hipotecarios vigentes, propietarios de viviendas alquiladas a terceras personas, y a otras personas que estén en riesgo de pérdida de la vivienda. También informa de las ayudas disponibles habilitadas por las diferentes administraciones públicas.

Desde el inicio del estado de alarma, el Ayuntamiento ha hecho 24 ayudas de urgencia de vivienda en situaciones de riesgo de exclusión y trabaja para alcanzar acuerdos entre inquilinos y propietarios. Los servicios sociales municipales también han intervenido para ofrecer alojamiento alternativo social en casos de emergencia, como personas sin techo; mujeres y familias en situación de violencia de género; o familias que han tenido que dejar la vivienda durante el confinamiento. Se ha derivado a seis personas a diferentes recursos habilitados por la Diputación de Barcelona.

Teleasistencia y atención domiciliaria

En el ámbito de la atención social, el Ayuntamiento también ha aumentado la cobertura del Servicio de Atención Domiciliaria, que actualmente atiende a 167 personas o familias en situación vulnerable, con 20 nuevas altas desde que comenzó el estado de alarma.

Por su parte, el servicio de teleasistencia se ha ampliado para dar cobertura a todas las personas mayores de 65 años que, dada la situación de confinamiento, se encuentren en situación de vulnerabilidad, aislamiento o riesgo, por lo que se ha activado una línea de teléfono 900. Actualmente, en Sant Joan Despí hay 521 usuarios de la teleasistencia y se han registrado 32 altas desde mediados de marzo.

Protocolo para situación de riesgo

Desde el inicio del estado de alarma, el Ayuntamiento hace un seguimiento telefónico de los colectivos de mayor riesgo, entre personas mayores que viven solas o acompañadas, personas dependientes y familias en situación de vulnerabilidad social, con un millar de llamadas diarias. De este seguimiento, han necesitado atención específica por parte de los servicios sociales municipales un total de 375 personas o familias, más de la mitad de las cuales no tenían expediente abierto. El 75% de estas demandas corresponden a situaciones de personas mayores y dependencia.

Durante el seguimiento telefónico, en caso de que el Ayuntamiento detecte una situación de riesgo, se activa un protocolo, que incluye llamadas a familiares y/o vecindario y, en su caso, la comparecencia a domicilio de la Policía Local o de la Cruz Roja para hacer las comprobaciones pertinentes. Este protocolo se ha activado medio centenar de veces desde que comenzó el estado de alarma.